Y como de costumbre ahí estaba yo, encerrada en mi habitación. Echada en la cama, contemplando el techo, mientras que a mi mente le venían un sinfín de imágenes, un millón de recuerdos que salen de un cajón olvidado de aquel perturbado rincón del que nunca quiero saber nada; por otra parte también me venían conversaciones que aún están por llegar, incluso recuerdos de pequeña de los que apenas tengo noción de ellos. Pero lo más duro es notar como por mis mejillas empiezan a caer lágrimas al intentar recordar que es lo que hice mal, que fue lo que falló para que todo se torciera tanto en el comportamiento que tienen mis padres hacia mí y la verdad es que por más que intente recordar no consigo sacar nada en claro ya que no logro ver en que momento deje de ser la misma para ellos...
~En ese momento dije: "Algún día vais a estar orgullosa de mi, lo prometo" Desde entonces intento superarme, de hacer las cosas bien, para poder llegar al día en el que esteis orgullosos de vuestra hija al haber sido capaz de retomar el camino adecuado para que eso suceda...
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