Voy a notar...

Voy a notar como tu cuerpo empieza a calentarse, voy a ver tu cara a menos de 2cm de la mía y voy a sentir tu aliento recorriendo mi cuerpo. Vas a ser esa persona con la que voy a explotar, gozar y enloquecer. Quítate la ropa sin perder más el tiempo que lo deseamos, está claro. Empújame a esa pared, en ese baño, en cualquier lugar pero contigo. Coge el cubito del puto cubata, vamos a empezar un juego con él. Nos lo pasaremos bien, te lo prometo...
Aguanta la respiración y luego libera ese aliento cálido de ti a modo de soplo en mi cuerpo desnudo. Juega con tus dedos a hacer pliegues en mi piel. Hazme y deshazme, luego vuelve a hacerme, arráncame, dóblame, retuérceme. Espalda arqueada, labios entre abiertos, quejidos mudos o sonoros. Toma en ti mi sangre, mi boca. Mi boca en tu cuello, tus dientes en mis labios. Un instante. Una pausa. Un deseo doloroso y vuelve a hacerlo. Empújame hasta la pared. Luego reposa en mí tu peso. Descarga tus extremidades, empuja, arrastra mi ritmo a tu ritmo. Anúlame las identidades, hazme sudar una poesía dura de palabras fuertes e instintos. Que las lágrimas se me salten de los ojos al notarte tan cerca y tan dentro. Provoca en mí una amnesia letal de palabras. Haz que olvide mi idioma, mi nombre, el misterio que me engancha y la razón que me aleja. Vamos, inmenso, bello, rápido y lento. Párteme las vocales en la garganta. Ahógame de suspiros, de faltas de oxígeno. Mátame de temblores. Haz que sea una postura imposible mantenerme en pié con mis propias piernas. Sujétame. Arráncame las entrañas. Ríndeme a tus movimientos y que tenga que colgarme de tu cintura como única balsa capaz de mantenerme a flote en el mar de tu vientre. Rómpeme, fragméntame, no me digas nada y hazlo otra vez, no dejes que el tiempo pase, pues quiero que evoques tu deseo en mí...