Ya estamos llegando al final de año y es el momento de ver los progresos que hemos echo con el transcurso de los meses, los cambios y los errores que hemos cometido a lo largo de estos 12 meses. Es el momento de plantearnos que queremos hacer el año que viene, que queremos que se repita y con quién, que personas queremos que sigan en nuestra vida acompañándonos en nuestro camino, que es lo que no queremos que se repita el año que viene; pero también es el momento de las despedidas, de las lágrimas al ver que algunas personas se tienen que marchar para solo volver de vacaciones... Es el momento de la decoración navideña, árboles decorados, luces en casa y en la calle, de cenas familiares y con amigos, de abrir regalos el día de Navidad, de paseos nocturnos a la luz de la luna, de besos cálidos mientras caen los copos de nieve. Para muchos diciembre es el mes de la esperanza, para otros de añoranza, para los más pequeños de diversión.... Y para mí es el mes de los sueños, de magia, de buenos propósitos para el año que viene, pero también de añoranza al no poder tener a mi lado algunas de las personas más importantes para mí....
