Aprendí a aceptar que hay personas que se quedarán siempre en mi corazón, pero no en mi vida...
You and me up to the infinity...

lunes, 21 de octubre de 2013

Time....

¿Nunca os ha pasado que, un día, uno cualquiera, te paras y piensas en los buenos momentos, y te pones a mirar fotos y a recordad? La verdad es que últimamente lo suelo hacer a menudo; sí, eso de rebuscar entre miles de fotografías y de repente encontrar una que te llame especialmente la atención, te la acercas al rostro, la hueles y cierras los ojos; no sabes ni cómo ni porqué, pero recuerdas perfectamente todo lo que enmascara esa fotografía en fracciones de segundos revives todo eso pero en forma de espectador. Mientras sucede esto puede que esboces una dulce sonrisa, o que por tu rostro resbalen unas finas lágrimas o quizás pongas el gesto algo serio sin quererlo, de pronto algo hace que regreses a la realidad y te das cuenta que por un par de minutos has estado en la sección de tu cerebro a la cual llaman memoria porque ella es la que guarda todo lo que hemos ido viviendo con el transcurso del tiempo. Por esa razón debemos aprovechar al máximo cada segundo de nuestro tiempo y guardarlo en nuestra memoria conservando cada una de las fragancias que sean necesarias para que el día de mañana no sea necesario echar mano de las fotografías para indagar en nuestra memoria; porque nuestra propia memoria al recordar una fragancia o una secuencia hará que echemos la vista atrás para recordar lo que hoy nosotros llamamos presente.

martes, 15 de octubre de 2013

Amazonas....

Ella era una amazona, descendiente de guerreras, de luchadoras innatas dispuestas a darlo todo por el todo. Pero por culpa de una serie de errores que cometió cuando era algo más joven; llego un momento en que empezó a tener miedo por seguir con su día a día, por lograr sus metas y alcanzar sus sueños e incluso temió por perder su propia forma de ser. Los días iban transcurriendo sin ninguna alteración trascendente; hasta que un día hizo que se fijase de nuevo en un cajón que hacía años que no abría, cuando lo abrió se encontró con miles de fotografías que enmarcaban un sinfín de recuerdos entre ellas algo brillaba y con el fin de encontrarlo revolvió todo el cajón;  cuando la sorpresa fue que se encontró con una cajita de color bronce brillante. Tenia miedo de abrirla al no saber con que se iba a encontrar; pero al final decidió abrirla llevándose una gran sorpresa al ver que en su interior se hallaba un collar de plata con el símbolo de las amazonas y una carta en el que ponía lo siguiente: "Querida; este collar se ha transmitido de generación en generación y en el debido momento ha sido otorgado a la guerrera que lo ha necesitado; esta carta y este collar te tienen que servir para darte cuenta de quién eres en realidad y de que no hay nada más fuerte que tú misma, nadie debe de cortarte las alas y mucho menos tus temores. Pequeña eres una amazona, una autentica luchadora de la vida y de la cual no necesitas a nadie para enfrentarte a tus temores. Eres quién eres por las vivencias y logros que has conseguido a lo largo de toda tu trayectoria; tu pasado debe de servirte para hacerte más fuerte y para no dejar de luchar." Después de haber leído la carta se coloco el collar y algo extraño le sucedió; pues de repente su espíritu de amazona apareció de nuevo, pero de lo que ella no se había dado cuenta era de que ella misma se había auto-convencido de que podía alcanzar todo lo que se propusiera y más tras leer la carta que había junto al collar. Cuando fue a cerrar la cajita se dio cuenta de que en ella también figuraban unas palabras que decían: "Espero que esto te haya sido de ayuda, pero en el momento que ya no lo necesites, vuelve a depositar el collar y la carta dentro de esta cajita y escóndela para que otra pequeña amazona en apuros pueda ser ayudad por nuestro espíritu de guerreras. Una vez leído esto tú tienes el deber y el honor de ser la próxima amazona que siga ayudando a las nuevas generaciones" Att: la primera amazona.