Difícil...

Qué difícil es caminar sin dejar huellas, que complicado es volver a leer aquellas palabras que escribiste una tarde de lluvia, esas fotos que hiciste en un fotomatón y que guardan mil sueños y mil ilusiones, qué difícil es hacer que tu pasado apoye tu presente y que tu presente determine tu futuro, que complicado es escuchar la melodía que recuerda todas aquellas cosas que un día te prometiste que harías y ahora te sientas bajo un enorme árbol y recuerdas tus recuerdos, amas tus derrotas y aprecias las pequeñas cosas....
Es difícil pararte unos segundos y echar un vistazo a toda tu trayectoria; notas el peso de cada derrota, de cada paso mal dado, la alegría al recordar algunos de tus triunfos, esa nostalgia al recordar momentos que jamás volverán... Ahí es cuando te das cuenta de que es imposible caminar sin dejar tus huellas marcadas en la humanidad, sin que cada paso que des tenga repercusiones a corto-medio-largo plazo, por esa razón tienes que saber muy bien lo que haces, pues al cumplir cierta edad ya no tienes ese escudo maternal que te protegía de todo y te salvaba de caer en muchos túneles sin retorno.