Hoy mientras estaba en el trabajo ha venido un señor preguntandome si se podía poner enfrente de la puerta para pedir comida; sin titubear le he dicho que si pero no sin antes darle para que desayunara.
En cuanto él se ha sentado delante de la puerta ha empezado a pedir, pero mi sorpresa ha sido ha sido que a pesar de no pedir dinero sino comida para poder sobrevivir él y su familia nadie gosaba a tenderle una mano; han tenido que pasar como unas dos horas para que la primera persona solidaria se acercase brindandole una bolsa con alimentos basicos. A medida que iba pasando la mañana han sido algunas más las que se han solidarizado con él y le han entregado comida y algo de dinero; pero asi y todo me sigo quedando anonagada por las pocas personas que le han echado una mano.
La reflexión de hoy es que esto me ha enseñado lo poco solidarios que nos hemos vuelto los seres humanos, ya que no nos cuesta mucho dar 10 centimos o un bote de comida, o una barra de pan; puesto que si todos tendiesemos nuestra mano por poquito que sea ese hombre podria darle de comer a sus hijos por lo menos todo el fin de semana;ya que estas personas son lás que más racionadas tienen las comidas y mejor saben administrarse. Hoy al escuchar este señor de la manera que me hablaba de su familia me he dado cuenta de lo que es capaz de hacer por ellos.
Debemos de ser más SOLIDARIOS con todo y todos sin hacer discriminaciones de ningún tipo.
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