Aprendí a aceptar que hay personas que se quedarán siempre en mi corazón, pero no en mi vida...
You and me up to the infinity...

domingo, 24 de febrero de 2013

Pensaba que...

Ella pensaba que ya se había olvidado de él, de todo aquello que hubo un día entre los dos, pero no era así. Pues había momentos en que su recuerdo vagaba por su mente, volvía a notar su presencia, cada uno de los besos que le dio, cada abrazo, cada caricia; cada uno de esos recuerdos la golpeaban con más fuerza que al principio. En algunos de esos momentos sentía la necesidad de buscarle de nuevo, de dejar que sus recuerdos se apoderasen de ella y de sus ganas de tenerle a su lado una vez más; pero sabía que si iba a buscarle su dolor aumentaría con cada latido de su corazón, con cada paso que daba en dirección a él... Ya no tenía ganas de seguir con esa búsqueda, las piernas le temblaban y creía que si nadie la sostenía iba a caer en un submundo sin retorno, no le quedaban fuerzas para más. Pero en ese momento recordó todo el daño que él le causo, empezó a sentir un fuerte dolor en el pecho, como puñal que se clava en el corazón. Ese dolor fue el que la hizo despertar de ese viaje a todo lo que le recordaba a él, hizo que volviese bruscamente a la realidad; en ese instante supo que era el momento de ser feliz, de resurgir como las cenizas del ave fénix.

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